domingo, 3 de marzo de 2013

La escuela en la sociedad del siglo XXI

La escuela en la sociedad del siglo XXI
  Me gustaría dedicar una nueva entrada para tratar sobre los numerosos cambios que se han producido en la educación del siglo XXI, ya que como futuras docentes sería necesario que los conociéramos.

  Uno de ellos es que la educación deja de identificarse exclusivamente con el ámbito estado-nación e ingresa en la esfera de la globalización.

  También surge la necesidad de nuevos principios o bases curriculares que tiene que seguir la escuela en el siglo XXI para ser capaz de adaptarse a los cambios que van surgiendo en nuestra sociedad y que tienen que ver tanto con las nuevas tecnologías como con la diversidad, el aprendizaje cooperativo, la competencia de los profesores, etc.

  Son los siguientes:

-          Democratización la igualdad de oportunidades.
-          Descentralización: Protagonismo de la escuela.
-          Contextualización: concreción curricular.
-          Atención a la diversidad.
-          Enseñanza comprensiva: escuela inclusiva.
-          El aprendizaje cooperativo.
-          Interculturalidad, contextualización: concreción curricular
-          Globalización e interdisciplinariedad: conceptos, contenidos, procedimientos y actitudes.

  Por otro lado, los centros educativos, dentro de esta sociedad, tendrán que ser capaces de enfrentarse constantemente a situaciones nuevas, desconocidas, innovadoras y utilizar esta dinámica de cambio permanente como fuente de mejora en sus procesos y organización.

  Finalmente, debemos destacar las actuaciones del profesorado que demandan cambios, tales como, la tutorización, la orientación, la motivación y la evaluación que cobran nuevo protagonismo.
Por tanto, con el nuevo protagonismo como profesional necesita nuevas competencias (saberes: saber, saber hacer, saber estar y saber ser) para desenvolverse adecuadamente en tales contextos complejos, donde la reflexividad y la indagación deben ser unas de sus pautas fundamentales de actuación frente a la rutina.

  Tal y como apunta José Tejada Fernández (Universidad Autónoma de Barcelona) en el artículo “La educación en el marco de una sociedad global: algunos principios y nuevas exigencias”, publicado en Profesorado, revista de currículum y formación del profesorado, 4 (1), (2000), podemos apuntar en torno a competencias tecnológicas (saber hacer o utilizar las herramientas de las nuevas tecnologías educativas), competencias sociales y de comunicación (feed-back, procesos de grupo y trabajo en equipo, negociación, relación interpersonal, saber-hacer social y comportamental), competencias teóricas (nuevos conocimientos y nuevas teorías del aprendizaje en situaciones profesionales), y competencias psicopedagógicas (métodos de enseñanza con la ayuda de herramientas multimedia informatizadas, métodos de tutoría y monitorización en situación de autoformación, orientación profesional, técnicas de desarrollo profesional, métodos de individualización del aprendizaje, etc.).

  A continuación, también os dejo con un video que he encontrado y que resulta bastante interesante, ya que resume en unos minutos todos estos cambios que han surgido en la educación del siglo XXI.



 
  Para finalizar, me gustaría tratar sobre otros aspectos relevantes de la educación del siglo XXI. Por ello, también me gustaría dejaros otro link donde aparece un artículo bastante interesante sobre el reto que tiene la escuela del siglo XXI dando importancia a otros muchos aspectos y donde quiero destacar lo siguiente:
<<La escuela del siglo XXI ha de dar respuesta a la realidad de hoy y a la de mañana, compleja y cambiante. Una realidad un mundo que demandan un cierto dominio de las TIC, conocimientos de idiomas, un fuerte desarrollo intelectual y, lo que es más importante, una adaptación a los cambios y una puesta en común con los demás>>.

  Creo que para conseguir dicho modelo, los estudiantes tienen que involucrarse en su proceso de aprendizaje. Está claro que la motivación juega un papel muy importante, por ello debemos conseguir que los alumnos estén motivados y que se esfuercen por aprender cosas nuevas dejándoles tener un papel activo y permitiéndoles desarrollar su creatividad al mismo tiempo que da respuesta a sus intereses y a la sociedad que les ha tocado vivir.

  Este artículo destaca tres objetivos en los que se debe basar un centro para poder alcanzar esta aproximación entre escuela y alumnos:

  1. Formar alumnos responsables de su proceso de aprendizaje.
  2. Conseguir alumnos participativos y colaboradores.
  3. Conseguir alumnos reflexivos y generadores de conocimiento.

  Pero, ¿cómo podemos conseguir todo esto que se plantea en el artículo? Un “error” que se comete cada vez más es que el docente se limita a explicar lo que sabe, y es que debería acompañar al alumno en su camino de construcción hacia el conocimiento, motivándole y despertándole el deseo de aprender más y más.

  En la sociedad del conocimiento, a diferencia de la sociedad industrial y de las anteriores, el conocimiento es más accesible. Debemos saber que el lenguaje oral y la transmisión de conocimientos por parte del maestro ya no son las únicas fuentes de conocimiento, ya que han nacido nuevas maneras de comunicarse, con unos nuevos lenguajes y donde las nuevas tecnologías toman un protagonismo primordial frente a las ya obsoletas, y potencian exponencialmente las posibilidades de realizar, de otra manera y a menudo mucho mejor, cualquier tarea.




La educación durante toda la vida se presenta como una de las llaves de acceso al siglo XXI. Esta noción va más allá de la distinción tradicional entre educación básica y educación permanente, y responde al reto de un mundo que cambia rápidamente. (Delor, 1989)

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