domingo, 7 de abril de 2013

De la Comunidad escolar a la Comunidad educativa

De la Comunidad escolar a la Comunidad educativa:

Cuando se habla de comunidad en los distintos campos en los cuales puede emplearse el vocablo, se suele hacer referencia a un conjunto de seres humanos unidos por algún motivo o razón. Por ejemplo: comunidad de vecinos, comunidad religiosa, etc.

Desde un sentido mucho más estricto, la idea de comunidad va aparejada a una asociación de personas que, por lo general, tienen intereses comunes, circunstancias que justifica la vinculación estrecha entre ellas.

Comunidad presupone diversidad frente a unidad. Por ello en un medio comunitario se producen inevitablemente diferencias personales e incluso divergencias, lo cual no debe ser un obstáculo para conseguir unificar criterios en aspectos fundamentales y presentar posturas de consenso y armonía.

Igualmente, aparecen iniciativas frente a reglamentos, las cuales han de ser canalizadas en sus justos términos y tenidas en cuenta por si procediera una modificación o revisión de normas y preceptos establecidos.

 

Además, en los asuntos de una comunidad suelen producirse relaciones de cooperación frente a relaciones de competitividad. Se trata de una ambivalencia presente aún en asociaciones con intereses comunes que debe ser conocida, identificada y, de forma progresiva, superada, en beneficio del propio conjunto y de la misma existencia del colectivo.

Del mismo modo, la comunidad se presenta en forma de grupo organizado, en una zona de espacio físico determinado y consciente de ciertas necesidades, frente a tendencias desintegradoras de intereses particulares, que hacen necesaria la presencia de elementos conjuntivos o unitivos que vengan a sumar esfuerzos, y no neutralizarlos o restarlos en perjuicio de la totalidad de sus componentes.

La comunidad escolar y la comunidad educativa constituyen dos sub-mundos separados físicamente, pero ligados socialmente en la visión y misión educativa de los educandos.

 

Pero, ¿en qué se diferencian la comunidad escolar y la comunidad educativa?


Por un lado, hablamos de Comunidad escolar para referirnos colectivo de elementos personales que intervienen en un proyecto educativo, más concretamente, profesores y alumnos como elementos primarios, y los padres como elementos muy directamente relacionados e interesados. Además, parece que su sentido y atención se encamina de manera selectiva hacia los asuntos propios del ámbito puramente interno de los Centros.


Por tanto, las Comunidades escolares tienen tareas y funciones encomendadas en relación con el hábitat que comienza y acaba dentro del edificio, sin ninguna otra proyección más que lo que acontece y sucede dentro del recinto escolar. Además, cabe destacar que serían claros ejemplos de comunidades o grupos cerrados, preocupados de forma única, por responder a las necesidades e intereses de sus miembros, en una clara actitud de clausura e individualismo. Es decir, serían asociaciones con un sentido centrípeto de la vida académica, volcadas sobre sí mismas, centradas en lo inmediato, rehuyendo cualquier tipo de implicación social.


En cuanto a los agentes que forman la Comunidad escolar, destacamos: alumnos, profesores, padres y madres, personal no docente (auxiliares, administrativos y servicios (servicio de limpieza, conserje, mantenimiento, personal de cocina, etc.).


Frente a ella, nos encontramos a la Comunidad educativa formada por todos los elementos personales que intervienen en el centro escolar, con manifiesta vocación de trascender hacia el medio social en el  cual se halla inserta por motivos de localización geográfica. Además, este tipo de agrupaciones se preocupa por todo lo que sucede en el interior del establecimiento escolar, pero pretende relacionarse con el exterior, recibiendo y aportando influjos externos procedentes del medio natural, social y cultural, y que poseen un valor educativo y significado pedagógico, y mediante la aportación de las influencias instructivo-formativas más representativas del Centro.


Algunas de sus principales funciones resultan ser promover el bienestar de los estudiantes y también la promoción de actividades tendientes a mejorar la calidad de la educación. De alguna manera, la comunidad educativa no se preocupa y ocupa únicamente de que los alumnos reciban conforme la educación que a sus respectivos niveles corresponda, sino que además debería ocuparse de llevarle al alumno una educación de tipo integral. Por ello, es imprescindible que ésta se encuentre abierta a los cambios, las evoluciones y las propuestas que vaya imponiendo el devenir que se encuentra en un constante desarrollo.


En cuanto a los agentes que forman la Comunidad escolar, destacamos:
  • Agentes internos (alumnos, profesores, padres y madres, personal auxiliar, administrativo y de servicios).
  •  Agentes externos: Institucionales (Ayuntamiento, Diputación, Servicios educativos, Centros educativos de la localidad y Administración educativa) y sociales (Asociaciones culturales, Peñas deportivas, Asociaciones benéficas, parroquias, empresas, etc.).
     

De este modo, la idea de Comunidad educativa se amplía en un horizonte de posibilidades y expectativas nuevas, sugerentes y enriquecedoras. Además, su iniciativa traspasa los muros del edificio y se instala, con actitud respetuosa, en el enclave de la localidad, de donde espera recibir savia nueva procedente de los diferentes estamentos socioculturales, y, una vez asimilada, la devolvería elaborada como una aportación única y personal.


Y así surge el concepto de Comunidad educativa, enraizando en un sentido de intercambio permanente con las opciones que se le brindan desde el exterior, sin olvidar que el mismo Centro, que se ha convertido en un lugar de encuentro, reclama a su alrededor un grupo organizado, vivo y dinámico, puesto por la variada gama de aportaciones que pueden y deben hacer todos y cada uno de sus integrantes.


Para finalizar, me gustaría lanzar un interrogante: ¿La escuela y la comunidad o la escuela en la comunidad? “Cuando los integrantes de las organizaciones educativas comprenden la necesidad de conectarse con los diversos sectores y grupos del colectivo social, comienzan a plantearse la relación entre la escuela y la comunidad. Es interesante pensar el uso de esta conjunción desde un paradigma que concibe a las instituciones y las organizaciones como afuera de.


Surge entonces la pregunta: ¿en qué espacio se concibe a la escuela si no es en la misma comunidad?. Elina Dabas, Redes sociales, familias y escuela, pág. 57.



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